A finals del segle VIII i principis del segle IX, a l’imperi carolingi va produir-se un renaixement cultural que va suposar un augment dels estudis artístics, litúrgics, jurídics i literaris, i una reforma educativa per desenvolupar l’ús del llatí medieval i de la minúscula carolíngia, la qual cosa va afavorir un llenguatge comú i un estil d’escriptura que van permetre una millora de la comunicació entre la minoria culta europea.
Es
Es
denomina humanisme carolingi a la tasca de recuperació de la cultura clàssica llatina que
va esdevenir als monestirs carolingis i a l’Escola Palatina d’Aquisgran, sota la direcció
d’Alcuino de York (735-804), una de les figures culturals més importants d’aquesta època,
que va escriure nombroses obres pedagògiques, teològiques, poètiques, hagiogràfiques i
litúrgiques, a més de revisar els textos sagrats i el seu Epistolari, del qual vos deixe a
continuació un fragment que exalta les virtuts de Carlemany de manera hagiogràfica:
“Pues hasta ahora tres personas han estado en la cima de la jerarquía en el mundo: el representante
de la sublimidad apostólica, vicario del bienaventurado Pedro, príncipe de los apóstoles, cuya sede
ocupa. Viene después el titular de la dignidad imperial que ejerce el poder secular de la segunda
Roma. De qué modo impío el jefe de este Imperio ha sido depuesto, no por extranjeros sino por los
suyos y sus conciudadanos, se sabe en todas partes. Viene en tercer lugar la dignidad real que
nuestro Señor Jesucristo os ha reservado para que gobernéis por ella al pueblo cristiano. Ella supera
las otras dos dignidades, las eclipsa en sabiduría y las sobrepasa. Ahora, sobre ti sólo se apoya la
salvación de las iglesias de Cristo, de ti esperan su salvación, de ti, vengador de crímenes, guía de
los que yerran, consolador de los afligidos, sostén de los buenos.” - Epistolari, XCV
de la sublimidad apostólica, vicario del bienaventurado Pedro, príncipe de los apóstoles, cuya sede
ocupa. Viene después el titular de la dignidad imperial que ejerce el poder secular de la segunda
Roma. De qué modo impío el jefe de este Imperio ha sido depuesto, no por extranjeros sino por los
suyos y sus conciudadanos, se sabe en todas partes. Viene en tercer lugar la dignidad real que
nuestro Señor Jesucristo os ha reservado para que gobernéis por ella al pueblo cristiano. Ella supera
las otras dos dignidades, las eclipsa en sabiduría y las sobrepasa. Ahora, sobre ti sólo se apoya la
salvación de las iglesias de Cristo, de ti esperan su salvación, de ti, vengador de crímenes, guía de
los que yerran, consolador de los afligidos, sostén de los buenos.” - Epistolari, XCV
(He buscat literatura carolíngia de dones però no apareix res.)